No todo se rige por una simple regla de dos

Simplemente adorable, esa sensación de bien estar en el silencio. Un sentimiento vacila. Sopla el viento y entre él, corazones con sabor a fresa y limón, un roce robado por un atrevimiento y una decisión de las hormonas. El sol sigue brillando solo que las ventanas abiertas no son las mismas, un nuevo paisaje se explora en ellas, más bonito y más dulce. Una voz renacida, que grita a los traviesos para que no se hagan daño. He cambiado de tema, también una mirada de pozo por una mirada de rio, un trato desatinado por uno afable y cariñoso. Una luna inexistente, unas estrellas brillantes unas puertas mal abiertas y un presentimiento carcome el psique de la aquí presente. Solo las luces de esas mujeres larguiruchas iluminan la aljibe donde hay un había una vez, esa vez un beso corrió a una víctima del componente que tanta sed apaga. La victima de los rayos de sol con ojos de ternura, abraza por detrás al nuevo día, el día en que el alfeizar de mis ojos se transformo en un puente que unió tu desolación con mi desilusión, una unión un tanto desterrada que laberintos crea en mi pequeña mente, una mente colapsada por una nube, de quieros, debes, no debes y el tiempo dirá. En el instante que cierro los ojos esos colores, esa sonrisa, esa carita, que cuando se cruza con mis pupilas deshace cualquier problema y lo transforma en música. Abrí mi corazón a una amistad, que gracias a un problema cambió el ritmo de la locomotora, como la canción perfecta actúas en mi vida, sacas la parte sobresaliente de mi pero él lo enterrado, e ahí mi confusión, ¿no se dice que la persona que más te ama es la que más te hace llorar?- como un eco en mis oídos resuena y otra voz de la nada surge y responde- no seas cenizas, el amor se acaba la pasión también pero lo que durará para siempre eres tú. Como fugaz la otra voz replica – ¿tú? ¿Una porción de pasión? – si tú porque el sol no sale cada día pero una de tus sonrisas ilumina más que esa bombilla en mis labios.