7/9/09

Un recuerdo aquello que dijo: - quizás puedo ser



Una noche oscura como la boca de un lobo. El lobo se aferra a mi culo con fuerza, dándome besos en los labios como si el fin se estuviera acercando, como si a dos luciérnagas se les apagara la bombilla, como si un meteorito enorme explotara y sus millones de trocitos quisieran dormir en la tierra por millones de años. La fiera con dulzura me acaricia, yo con miedo y timidez acerco mi mano a su torso desnudo y como si persiguiera una mosca le atrapo el cuerpo. Notando su respiración unirse con la mía me acuerdo de las palabras en ese bar oscuro. Mirándote a los ojos me inspiro, me hundo en el colchón y dejándome amar siento como mis recuerdos, tristes, alegres, melancólicos, estúpidos, graciosos, negros y inolvidables se juntan para crear une explosión de miles de fiestas unidas a nuestro honor, fiestas con mil finales, fiestas con mil funerales de la tristeza y fiestas de bienvenida a la alegría escondida en lo más profundo. Cosas nuevas se acercan por la espalda, nuevas sensaciones se aferran aquello que tocaste hace un rato.
Horas han pasado de aquello y me estoy hundiendo en el mar de mi mundo apartado, pensando en que la preciada dama de la oscuridad siempre nos guardará el secreto y su pareja el señor de la luz juntará de nuevo nuestros labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario