¿ El recuerdo siempre te guía ?

Las pasiones de ese verano ya pasaron, las risas de ese otoño también pasaron, del mismo modo esas amistades de invierno se esfumaron como una exhalación en el primer instante de vida. Eres como una canción en mi mente, absurdo, sonoro y estúpido. Me tienes zurciendo mi alma, cosiendo los agujeros que tus tropas causaron a su paso. Viendo el atardecer entendí que no puedo estar sin ti, eres mi pasado, eres parte de mi vida. En el fondo pensar en ti me atormenta, levantar todos esos polvos que guarda mi mente es como desplegar la ira de los dioses del Olimpo. En Ares me convierto cuando te invoco, cuando invoco a los fantasmas de mi pasado. En estúpida libreta me convierto cuando te pienso, apuntando, recogiendo todo lo que se me pasa por mi mente cruel y retorcida, pensando en lo que podría haber dicho en ese instante en ese momento, para que tus palabras no me hicieran sentir tan perversa. Eres frio como ese instante en el que conoces a unos familiares lejanos que jamás descubriste, frio como un cristal, punzante como una aguja y triste como una muerte. Te vistes de blanco, te sigue una nube negra, tus ojos están llenos de gritos, tus labios están repletos de arañazos sangrientos, tus uñas al igual que tus orejas atestadas de risas y pasteles. Bailando sensual te acercas me muerdes como vampiro y mi cuerpo muere como flor sin agua, como macizo sin flujo. Como demonio en un festejo pasas por mi mente con el simple conjuro de una palabra, te odio, te amo , te idolatro, te espanto, lloro, me destruyo, te sueño y al fin me olvido de ti.